Animal Aid Unlimited, un grupo de rescate de animales con sede en Rajasthan, vio un perro al borde de la carretera.
No era más que una masa de carne sin pelo, cubierta de heridas abiertas por todo su cuerpo. Se dirigía hacia el final de una vida miserable.
La postura y el lenguaje corporal del perro mostraban claramente que había perdido toda esperanza y esperaba la liberación de los sufrimientos.
Los miembros del grupo no pudieron dejar al perro con dolor, lo atraparon con una red y lo llevaron al refugio para recibir tratamiento. Sufría de sarna. En el refugio, los voluntarios intentaron atraerlo para que le diera algunas galletas, pero inicialmente no respondieron. Simplemente volvió a acurrucarse en un rincón, yaciendo inmóvil como si el dolor hubiera aniquilado sus ganas de comer o de vivir. Sus heridas no eran solo externas sino también internas.
El afecto era una experiencia ajena para él. No fue tocado ni amado por nadie durante tanto tiempo que había dado todas las esperanzas de recibir afecto o amor nuevamente. Tal vez su piel estaba demasiado muerta para sentir un toque.
Después de dos meses, se pudo presenciar una transformación milagrosa. El perro está cubierto de pelo nuevamente y responde con más entusiasmo a los afectuosos rescatistas. El perro se ha recuperado casi por completo pero en sus ojos aún se aprecian recuerdos de tristeza y sufrimiento; pero no por mucho tiempo, esperamos.