Los perros, al igual que muchas otras especies, están propensos a sufrir enfermedades o condiciones genéticas que les dificultan sus actividades diarias. Una de las menos conocidas es el síndrome de la espina dorsal. Pues solo se tiene registro de 30 perros en el mundo que han padecido esta condición, donde las vértebras se comprimen y reducen así la columna vertebral.
Esta enfermedad produce una característica apariencia en los perros que la padecen, llegando a ser algo difícil de asimilar al principio, cuando se observa por primera vez. Sin embargo, esto no significa que la vida haya terminado para quienes lo padecen, ya que pueden llevar una vida normal como cualquier otro perro.
© Foto: Facebook / Cooper – Shor on Spine, Big on Love
El caso de Cooper ha llamado la atención de muchas personas, pues se trata de un perro con este síndrome que vive en Virginia, EE.UU. y junto a su familia adoptiva, ha conseguido llevar una vida normal a pesar de las complicaciones de esta enfermedad.
La vida de Cooper fue difícil desde el principio, ya que cuando era un cachorro recién nacido lo encontraron en las proximidades de un criadero. Luego, fue llevado a Secondhand Hounds, donde recibió todo el tratamiento que necesitaba para los ácaros y gusanos. Además de ello, fue tratado por una hernia.
© Foto: Facebook / Cooper – Shor On Spine, Big On Love
Una vez el pequeño perro se puso mejor en cuanto a sus afecciones principales, el refugio se encargó de hacer lo posible por encontrar un hogar para el adorable animal. También lo ayudaron con sus problemas de movilidad para que el pequeño pudiese realizar las actividades como cualquier otro perro.
Así fue cómo Cooper logró superar sus limitaciones y aprendió a convivir con otros perros. Hoy en día, disfruta pasar el día jugando con ellos, corre y salta por todo el jardín.
© Foto: Facebook / Cooper – Shor On Spine, Big On Love
Elly es la madre adoptiva de Cooper, quien comenta que las dificultades siempre han estado presentes. Pues durante su primer año de adopción, el pequeño se cayó y se fracturó el cuello. Sin embargo, Secondhand Hounds siempre ha estado allí para prestar su apoyo durante estos incidentes.
A pesar de ello, Elly se siente muy agradecida por tener la compañía de Cooper. Ella considera que es una mascota muy amorosa y le encanta que forme parte de su hogar. Además, reconoce que todos merecemos segundas oportunidades, sobre todo en las situaciones más difíciles
© Foto: Facebook / Cooper – Shor On Spine, Big On Love
La directora de Secondhand Hounds afirma que los casos como los de Cooper son los más atendidos por este refugio. Ya que muchas personas ignoran a los perros que sufren alguna discapacidad o condición genética que les impide su desarrollo natural. Por otro lado, estos son los animales que propician el entusiasmo y devuelven la confianza por la vida.
fuente: bestvice.com