Esta es la historia de Ivy Angerman, una bebé que fue diagnosticada a los 12 meses con una rara afección por la que debe permanecer alejada del agua, ella sufre uno de los tipos de alergia más extraño del mundo.
La pequeña es alérgica al agua e incluso a sus propias lágrimas, su madre, Brittany, está desesperada e intenta calmar el malestar de su pequeña, procura evitar a toda costa que llore porque una lágrima puede ser muy dolorosa.
Ivy es de Minnesotta, Estados Unidos, tiene 18 meses y no puede nadar, ni hacer angelitos sobre la nieve ni disfrutar bajo la lluvia. Cualquier contacto con agua le causa terribles lesiones en la piel.
Cuando Ivy llora la piel de su cara se llena de ampollas, es muy complejo lograr que una niña de su edad logre regular el llanto. A su edad, las rabietas y el llanto son protagonistas del proceso de aprendizaje y de las emociones.
Ivy tiene urticarial aquagénico (urticaria acuagénica), por el contacto con el agua, solamente bastan 15 o 20 segundos para que después del baño Ivy comience a gritar de dolor.
Ella llora desesperada y se trepa por la bañera para intentar escapar, cuando no habían recibido el diagnóstico pensaron que tenía miedo del agua, hasta que aparecieron las lesiones en su piel.
Sus padres cambiaron el jabón, el champú, y todos los productos de higiene, pero las lesiones seguían apareciendo.
Los médicos finalmente descubrieron que la alergia era causada por el agua, desde entonces los padres de Ivy la asean empleando toallas húmedas. Le administran antihistamínicos frecuentemente y solamente ingiere agua purificada.
Cuando la pequeña suda, también tiene reacciones alérgicas, pero en menor medida. De acuerdo con las declaraciones de su madre, su piel se enrojece, le pica y los síntomas se mantienen entre 30 y 60 minutos.
Solamente 50 personas en el mundo padecen la enfermedad de Ivy, los síntomas se manifiestan generalmente en los brazos, en el tronco y en el cuello. En la mayoría de los casos se produce durante la pubertad, lo que hace el de Ivy mucho más extraño.
Los padres de Ivy quieren dar a conocer su caso como un gesto de solidaridad con todos los niños que padecen enfermedades y alergias extrañas.
Esa alergia no tiene cura, el único tratamiento es el uso de cremas que actúan como pantallas protectoras y la exposición a la luz ultravioleta. Además del uso de antihistamínicos. Sus padres han creado una cuenta en GoFundMe para recaudar fondos.
Pero la alergia al agua no es la única reacción rara que afecta a niños y adultos, también en algunos casos se produce la alergia al frío, que produce enrojecimiento y descamación de la piel.
También, la alergia al calor, que produce urticaria o lesiones en la piel simplemente con exponerse a los rayos del sol.
La alergia al ejercicio, aunque parezca insólita exista, sucede cuando tras un esfuerzo físico se produce un exceso de fatiga, hinchazón, urticaria, se está estudiando si puede estar influenciada por el consumo de algún alimento antes del entrenamiento.
El 5% de la población mundial tiene alergia al tacto, su piel sufre lesiones simplemente por ser tocada.
La historia de Ivy puede ayudar a otros padres a reconocer la enfermedad y a crear conciencia. ¡Compártela!
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fuente: viralistas.com