Lauren Keen y su esposo llevan 7 años juntos y ya se habían convertido en padres de dos niños. Cuando Laura supo que daría a luz a un tercer bebé, su primer anhelo era que se tratase finalmente de una niña.
A las 20 semanas acudió a realizarse un eco y le confirmaron lo que tanto había deseado. Desde entonces, los padres tomaron la decisión de donar toda la ropa de los chicos y comenzaron a realizar compras para una niña.
No podían imaginar que la vida les terminaría dando una gran sorpresa.
“Tenía todos los antojos que la gente asocia con tener una niña y todos los síntomas que apuntan a eso”, recordó Lauren.
Cuando llegó el momento, Lauren dio a luz a través de una cesárea. Lo había preparado todo para que la esterilizaran y se tratase de su último bebé. Después de todo, los médicos le habían dicho que un embarazo más podía resultar arriesgado para su salud.
Lauren se encontraba ansiosa por conocer a su niña pero las palabras del médico revelaron que las cosas no eran como esperaban: Era un niño.
“Quedé estupefacta. No sabía qué decir. Sentí muchísimo amor pero tenía muchas preguntas y estaba confundida”, explicó Lauren.
Los padres habían planificado llamar a su niña Marilyn y ahora tenían que buscar un nombre para este pequeño que llegó a dejarlos boquiabiertos. Para la madre, lo más angustiante no era el dinero que había gastado en un sinfín de ropa color rosa y accesorios para niña.
Se sentía realmente abrumada de saber que ya nunca tendría una hija y tuvo muchos problemas para lidiar con esa confusión. Muchos encontraron la situación divertida, pero ella no.
“Sentí que perdí una hija que nunca existió. Tenía nombre. Como si tuviéramos gemelos pero sólo pudimos conocer a uno”, lamentó Lauren.
Ha pasado el tiempo y Lauren está muy feliz en casa con su pequeño Dexter. Sin embargo, cuando recordó el nacimiento lamentó no haber recibido más apoyo por la impactante noticia de que no se tratase de una niña.
Sus palabras causaron un enorme furor en las redes quienes aseguraron que comparar lo que le pasó con una pérdida estaba realmente fuera de lugar.
De lo que no cabe duda es que la llegada de un pequeño a la familia siempre es un momento lleno de muchísimas emociones.
No hay dudas de que el nacimiento de Dexter será una anécdota que nunca olvidarán en su casa. Muchas personas cuestionan al padre por subestimar la alegría de la llegada de su hijo condicionándola a su deseo de tener una niña.
Quienes lo señalan aseguran que su gesto puede afectar el bienestar emocional de su hijo e incluso causar daños en su autoestima por poner en primer lugar su decepción en vez de agradecer y celebrar su presencia.
Para la mayoría de las personas resulta insólita la reacción del padre, el amor hacia los hijos es totalmente incondicional y todos merecen el mismo respeto, cariño y cuidados que les corresponden por derecho sin importar su género ni sus características o estado de salud.
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